Las redes sociales se han convertido en una herramienta de
uso diario para muchas personas, especialmente los jóvenes que son atraídos por
esta tecnología que les permite compartir experiencias y momentos con sus
amigos. Estas ventajas y motivación que muestran por este tipo de expresión
social pueden ser aprovechadas en los diferentes momentos educativos que se
viven en las escuelas y proyectos que realizamos. En específico Twitter, que se
autodefine como una herramienta de “microblogging” más que una red social, se
puede incorporar a las actividades escolares de muchas maneras, permitiendo a
los alumnos seguir ciertas noticias relevantes a los temas tratados en clase,
conectarse con la comunidad intercambiando opiniones con personajes del
gobierno de su localidad, entre otros.
Dentro de mi ámbito de trabajo me llamó mucho la atención lo
realizado por la cadena de librerías Gahdhi. Esta empresa, con el afán de
fomentar la lectura, adaptó la obra “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry,
al lenguaje de Twitter, y transmitían diariamente
durante un periodo de tiempo, los pasajes del libro como si los personajes
fueran usuarios de twitter y estuvieran manteniendo una conversación entre
ellos. Al finalizar de leer todos los “tweets”, te felicitaban porque acababas
de terminar de leer una obra completa. Me
pregunto si esto no es una actividad que se pudiera replicar en un salón de
clases o en un ambiente académico. Imagínense a los alumnos interesados y
tomando el papel de algún personaje clásico de Shakespeare, o de la historia
mundial y describiendo sus acciones a través de estas redes sociales, y además,
desarrollando la síntesis de pensamiento, ya que toda una idea debe expresarse
en 140 caracteres como máximo.
Estas herramientas las debemos utilizar en nuestra labor
como mediadores entre las actividades educativas que realizan los alumnos.
Twitter y otras tecnologías presentes en estos días, son instrumentos como los
define Lacasa (2002) que como componentes básicos de la cultura, permiten establecer
relaciones con el mundo que en otros tiempos o momentos hubiera sido casi
imposible. Para los jóvenes y estudiantes, conversar con alguien que se
encuentra a miles de kilómetros de distancia es algo que se hace con sólo
teclear una serie de letras en un dispositivo computacional. Otro factor que
Twitter ha generado es la creación de lenguajes nuevos que utilizan una serie
de abreviaciones sintácticas para hacer uso efectivo del espacio con el que se
cuenta para expresarse. Esta limitación de 140 caracteres ha creado todo un
nuevo idioma que para las personas que no están familiarizadas con él, es muy difícil
comprender lo que están leyendo. Estas prácticas sociales como las menciona
Lacasa (2002) van creando la cultura y el desarrollo de las comunidades y si
esto se aplica a los procesos educativos y a la enseñanza formal, se pueden
lograr mejores resultados en el aprendizaje al empoderar a los alumnos y darles
la creatividad para que utilicen las herramientas que ellos consideran suyas
para realmente aprender cosas que les interesen y atraigan.
Lacasa, P. (2002). Cultura y Desarrollo. En P. Herranz Ibarra, & P. Sierra García, Cultura y Desarrollo (págs. 17-50). Madrid: UNED.
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