Wednesday, May 1, 2013

La Teoria Sociocultural y su aplicación en los modelos educativos.



Lev Vygotsky, psicólogo ruso que vivió a principios del siglo XX y que se dedicó a estudiar las funciones psíquicas superiores del ser humano, elaboró la teoría sociocultural en la que afirma que el desarrollo y aprendizaje humano está condicionado y relacionado con las interacciones culturales, contextuales, históricas y sociales en las que está inmerso. (Fernández, 2009; Chaves, 2001)

Esta teoría se fundamenta en el paradigma constructivista que considera que el conocimiento se construye socialmente por medio de la interacción. El aprendizaje está inmerso en los eventos sociales y sucede mientras el aprendiz interactúa con otras personas, objetos y eventos en un ambiente colaborativo. (Wang, Bruce, & Hughes, 2011)


El proceso de co-construcción del conocimiento, inicia a través de un concepto denominado cognición distribuida, que representa la mentalidad compartida por una sociedad que produce conocimiento. Los hábitos mentales se forman y condicionan por medio de la interacción con los demás y también están afectados por el contexto, el ambiente y la historia. (Mantero, 2002) Cada individuo realiza una actividad mental, que a su vez está mediada por herramientas que permiten la interacción a través del lenguaje. 

El concepto de cognición que expuso Vygotsky afirmaba que este proceso de crear conocimiento no se quedaba en lo individual, sino que se surgía de la colectividad, es decir, las herramientas mediadoras ayudan a moverse de su origen interpersonal a pasar a lo intrapersonal. (Daniels, 2003)

Por lo tanto, si la cognición es distribuida entre la comunidad, también debe ser situada, ya que dependen de las situaciones en las que se presenta. Daniels (2003) explica cómo estas situaciones pueden ofrecer oportunidades que no están limitadas en tiempo y espacio, por lo que el conocimiento se puede distribuir a través de redes que no necesariamente deben estar próximas.  

El conocimiento como actividad situada o aprendizaje situado tiene una característica fundamental llamada participación periférica legítima, que se puede explicar cómo la actividad que realiza el aprendiz  para llegar a formar parte de una comunidad de práctica donde se genera el conocimiento. (Daniels, 2003) Es el paso de pasar de ser un principiante a un veterano experimentado.

Para poder comprender la relación entre aprendizaje y desarrollo Vygotsky creo el concepto de zona de desarrollo próximo, que se puede definir como la distancia entre el nivel actual de desarrollo, basado en la solución de problemas de forma independiente, y el nivel potencial de desarrollo, que se podría medir como la resolución de situaciones más complicadas con la ayuda de un adulto o un compañero más avanzado. (Wang, Bruce, & Hughes, 2011)

Ambientes virtuales de aprendizaje y el proceso de enseñanza – aprendizaje.

La incorporación de las TIC en la educación se ha dado en diferentes niveles y etapas, unidos a los avances tecnológicos y la aceptación de las instituciones, docentes y sociedad en general.
Partes fundamentales de estos ambientes es la interacción e interactividad que se genera a través de la actividad educativa que llevan a cabo. La diferencia es importante ya que por la conformación pluridisciplinaria que poseen, existe confusión en los términos. Peñalosa y Castañeda (2010) explican la diferencia de cada uno tomando como referencia la definición de interacción proporcionada por Muirhead y Juwah que afirman que es un diálogo o discurso que sucede entre dos o más personas y objetos, de manera sincrónica o no, que está mediado por respuesta o retroalimentación y tiene a la tecnología como interfaz.

Esto difiere de la interactividad considerando que ésta describe la función, la forma y el impacto de las interacciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje, dentro de los ambientes virtuales. (Peñalosa & Castañeda, 2010) Es aquí donde podemos ver el potencial transformador de las TIC como instrumentos psicológicos que permiten transformar los procesos de aprendizaje.  Por las cualidades que poseen, como son el formalismo, interactividad, dinamismo, capacidad hipermedia y multimedia, interactividad y conectividad, pueden introducir cambios psicológicos en los individuos, sobretodo en la forma de trabajar, de relacionarse y de aprender. (Bustos & Coll, 2010)

Una parte importante de estos ambientes son los materiales didácticos que se deben diseñar para transmitir la información y generar el conocimiento. (Miranda, 2004) La construcción de este último y la generación de aprendizaje de calidad no radica sólo en el diseño de materiales, sino en la interacción que se genere en la comunidad virtual de aprendizaje que se forme entre los estudiantes, el docente o facilitador, el contenido y la tecnología que se pone a disposición para este fin. (Bustos & Coll, 2010)

Una característica de los estudiantes a distancia es la necesidad de generar la habilidad para estudiar de manera independiente. Esto convierte al proceso de aprendizaje en una tarea solitaria en la mayoría de los caso y es aquí donde las TIC transforman esta vivencia, ya que permiten convertir esta experiencia en una realidad compartida y aprender en comunidad. (Miranda, 2004)

La interacción pedagógica que se da en estos momentos marcará la diferencia para concretar los objetivos de aprendizaje establecidos en el programa de estudios. Si la interacción no está pensada para que los alumnos puedan generar hábitos de autoaprendizaje y autocontrol, es difícil que se pueda lograr el objetivo del aprendizaje de calidad. Cooperberg (2002) nos ofrece una explicación simplificada de la diferencia entre interacción e interactividad, afirmando que la interacción se ocupa de lo cultural y social dentro de la educación a distancia y la interactividad de lo pedagógico. 

Un elemento importante dentro de este sistema es la tutoría ofrecida por el profesor a los alumnos el cual se puede definir como una función de acompañamiento, seguimiento, asesoría y apoyo al estudiante en su proceso de aprendizaje y personalización del conocimiento. (Martínez & Briones, 2007) La tutoría es mediación cada vez que ayude a la apropiación y concientización del proceso de aprendizaje y de la creación del saber científico, que ayude al estudiante a desarrollar actitudes y competencias que favorezcan la construcción de conocimiento. (Martínez & Briones, 2007)

Para que exista la construcción de conocimiento y el aprendizaje de calidad, se debe considerar la realización de actividades pedagógicas colaborativas. El aprendizaje colaborativo es cuando el maestro se convierte en tutor, facilitador y moderador de las actividades que el grupo de trabajo realiza con la plena responsabilidad de lograr un objetivo. (Peñalosa & Castañeda, 2010)

Existen una serie de materiales que se  pueden utilizar para transmitir el contenido y la información a través de ambientes de aprendizaje virtuales.  Esta variedad de posibilidades generan una gama amplia de productos multimedia que otorgan el control al usuario para el consumo de la información. El riesgo que hay que tener en cuenta siempre al diseñar y utilizar estos materiales es que se caiga en la mera reproducción de contenidos y se descuide el diseño instruccional, elemento fundamental para poder generar una construcción de conocimiento y aprendizaje de calidad (Peñalosa & Castañeda, 2010).

Con todos estos elementos podemos ver como la aplicación bajo un enfoque sociocultural de las tecnologías de la información y comunicación, permite generar ambientes virtuales de aprendizaje que fomenten la educación de calidad. A través de estos principios, las instituciones pueden adaptar sus políticas y actividades pedagógicas para obtener el gran potencial de convertir a las TIC y los ambientes virtuales en herramientas psicológicos que logren cambios sustanciales en los procesos y funciones mentales de los alumnos.



REFERENCIAS
Bustos, A., & Coll, C. (2010). Los entornos virtuales como espacios de enseñanza y aprendizaje. Una perspectiva psicoeducativa para su caracterización y análisis. Revista Mexicana de Investigación Educativa, 16(44), 163-184.
Chaves, A. L. (2001). Implicaciones educativas de la teoría sociocultura de Vygotsky. Educación, 25(2), 59-65.
Cooperberg, A. F. (2002). Las herramientas que facilitan la comunicación y el proceso de enseñanza-aprendizaje en los entornos de educación a distnacia. Revista de educación a distancia(3), 1-35.
Daniels, H. (2003). Aplicaciones educativas de la teoría sociocultural y de la actividad. En H. Daniels, Vygotsky y la pedagogia (págs. 139-184). Barcelona: Paidós.
Fernández, J. M. (2009). Lengua escrita y tecnologias de la información y comunicación. En J. M. Fernández, Aprendiendo a escribir juntos (1 ed., págs. 11-64). Monterrey, NL, México: CRNU y UANL.
Malagón, F. J. (2009). La Mediación Pedagógica. Mediaciones Sociales, 2(5), 175-180.
Mantero, M. (2002). Scaffolding revisited: Sociocultural pedagogy within the foreign language classroom. The University of Findlay, Recuperado de http://search.proquest.com/docview/62290445?accountid=11643.
Martínez , N. J., Brunet, J., & Farrés, R. (1990). Metodología de la mediación en el P.E.I. Madrid: Bruño.
Martínez, M. T., & Briones, S. M. (2007). Contigo en la distancia: la práctica tutorial en entornos formativos virtuales. Pixel-bit. Revista de Medios y Educación, 29, 81-86.
Miranda, G. A. (2004). De los ambientes de aprendizaje virtuales a las comunidades de aprendizaje en línea. Revista Digital Universitaria, 5(10), 1-15.
Peñalosa, E., & Castañeda, S. (2010). Análisis cuantitavo de los efectos de las modalidades interactivas en el aprendizaje en línea. Revista Mexicana de Investigación Educativa, 15(47), 1181-1222.
Prieto, M. D., & Pérez, L. (1993). Programas para la mejora de la inteligencia: teoría, aplicación y evaluación. Madrid: Síntesis.
Wang, L., Bruce, C., & Hughes, H. (2011). Sociocultural theories and their application in information literacy research and education. Australian Academic and Research Libraries, 42(4), 296-308. Recuperado de http://search.proquest.com/docview/917518675?

Sunday, March 31, 2013

¿Podrán los Podcasts reemplazar a los docentes?



Este es un resumen sobre un estudio que pretende investigar si el aprendizaje móvil ofrece beneficios, o por lo menos no perjudica, a los estudiantes que prefieren utilizar un podcast a una sesión presencial.
Probablemente influyen una serie de variables adicionales en el aprovechamiento de los estudiantes como la forma de tomar apuntes durante las clases presenciales, por lo que un enfoque del estudio fue conocer si los estudiantes tomarían notas al escuchar un podcast, y si es así, se esperaría que fueran mucho más completas dada la naturaleza del medio, que permite repetirlo, detenerlo y escuchar por partes. Otro enfoque fue investigar cuál sería la actitud de los estudiantes en un ambiente de aprendizaje móvil total, cuando lo único que tengan como referencia sea el podcast, sin asistir a una clase presencial. Se buscó conocer el impacto que tendría en el desempeño del estudiante y de qué forma se utiliza la tecnología móvil.

Los participantes fueron estudiantes de psicología de una universidad pequeña en el estado de Nueva York. Se separó a los estudiantes en dos grupos: de clase presencial y de aprendizaje móvil con uso de podcast, elegido libremente por cada participante. A los dos grupos se les solicitó participar en dos sesiones. La primera era donde se impartía la cátedra, en el caso del grupo presencial, o se repartía el material audiovisual, en el caso del grupo de aprendizaje móvil. La segunda consistía en un examen de conocimientos, una semana después de la primera. La parte esencial del estudio era participar en la segunda sesión y como motivación para que estudiaran y se esforzaran en obtener buenos resultados, todos los participantes recibieron créditos extra, así como la posibilidad de obtener un certificado de quince dólares en iTunes a quién obtuviera la mejor calificación en el examen. La sesión estaba apoyada por una presentación creada en Power Point que fue repartida entre los participantes con espacio para tomar notas.También se les solicitó que llevaran una bitácora de las sesiones de estudio personal durante la semana. Todo este material fue entregado por los participantes en la segunda sesión. A los dos grupos se les aplicaron cuestionarios sobre datos generales y el uso de los reproductores mp3 antes de presentar el examen de la segunda sesión. Al grupo de aprendizaje móvil se les aplicó un cuestionario adicional sobre el uso del podcast al finalizar la segunda sesión.
Los resultados del estudio indican que el grupo móvil obtuvo calificaciones más altas en comparación con el grupo presencial. Esto no significa que los audios de clases deben reemplazar las sesiones presenciales. Esto sucedió cuando los estudiantes tomaron mejores apuntes de la sesión y lo escucharon más de una vez. Cuando los estudiantes faltan a una clase y consiguen los apuntes con algún compañero existe un detrimento en su desempeño, este estudio buscaba explorar la situación de sustituir esos apuntes por un podcast y medir si existía ese detrimento de igual manera, lo que no fue así, sino que se obtuvo una notable ventaja.

Resumen del artículo: McKinney, D., Dyck, J. L., & Luber, E. S. (2009). iTunes University and the classroom: Can podcasts replace Professors? Computers & Education, 52(3), 617–623. doi:10.1016/j.compedu.2008.11.004.

Monday, February 25, 2013

Twitter y su utilización en la educación



Las redes sociales se han convertido en una herramienta de uso diario para muchas personas, especialmente los jóvenes que son atraídos por esta tecnología que les permite compartir experiencias y momentos con sus amigos. Estas ventajas y motivación que muestran por este tipo de expresión social pueden ser aprovechadas en los diferentes momentos educativos que se viven en las escuelas y proyectos que realizamos. En específico Twitter, que se autodefine como una herramienta de “microblogging” más que una red social, se puede incorporar a las actividades escolares de muchas maneras, permitiendo a los alumnos seguir ciertas noticias relevantes a los temas tratados en clase, conectarse con la comunidad intercambiando opiniones con personajes del gobierno de su localidad, entre otros.

Dentro de mi ámbito de trabajo me llamó mucho la atención lo realizado por la cadena de librerías Gahdhi. Esta empresa, con el afán de fomentar la lectura, adaptó la obra “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry,  al lenguaje de Twitter, y transmitían diariamente durante un periodo de tiempo, los pasajes del libro como si los personajes fueran usuarios de twitter y estuvieran manteniendo una conversación entre ellos. Al finalizar de leer todos los “tweets”, te felicitaban porque acababas de terminar de leer una obra completa.  Me pregunto si esto no es una actividad que se pudiera replicar en un salón de clases o en un ambiente académico. Imagínense a los alumnos interesados y tomando el papel de algún personaje clásico de Shakespeare, o de la historia mundial y describiendo sus acciones a través de estas redes sociales, y además, desarrollando la síntesis de pensamiento, ya que toda una idea debe expresarse en 140 caracteres como máximo.


Estas herramientas las debemos utilizar en nuestra labor como mediadores entre las actividades educativas que realizan los alumnos. Twitter y otras tecnologías presentes en estos días, son instrumentos como los define Lacasa (2002) que como componentes básicos de la cultura, permiten establecer relaciones con el mundo que en otros tiempos o momentos hubiera sido casi imposible. Para los jóvenes y estudiantes, conversar con alguien que se encuentra a miles de kilómetros de distancia es algo que se hace con sólo teclear una serie de letras en un dispositivo computacional. Otro factor que Twitter ha generado es la creación de lenguajes nuevos que utilizan una serie de abreviaciones sintácticas para hacer uso efectivo del espacio con el que se cuenta para expresarse. Esta limitación de 140 caracteres ha creado todo un nuevo idioma que para las personas que no están familiarizadas con él, es muy difícil comprender lo que están leyendo. Estas prácticas sociales como las menciona Lacasa (2002) van creando la cultura y el desarrollo de las comunidades y si esto se aplica a los procesos educativos y a la enseñanza formal, se pueden lograr mejores resultados en el aprendizaje al empoderar a los alumnos y darles la creatividad para que utilicen las herramientas que ellos consideran suyas para realmente aprender cosas que les interesen y atraigan.

                                                                                                                                                            
 Lacasa, P. (2002). Cultura y Desarrollo. En P. Herranz Ibarra, & P. Sierra García, Cultura y Desarrollo (págs. 17-50). Madrid: UNED.

Saturday, February 9, 2013

Aprendizaje móvil: Implicaciones y expectativas


Podríamos decir que el m-learning o aprendizaje móvil, se puede definir como el modelo que ofrece conveniencia, rapidez e inmediatez a los estudiantes móviles que utilizan la tecnología de computación ubicua para aprender el tema adecuado, en el lugar adecuado y en el momento adecuado.

Hay tres características que destacan en los nuevos estudios de m-learning (Peng,  Su, Chou y Tsai, 2009), la primera se basa en la tecnología y simplemente los denomina modelos educativos que utilizan conexión inalámbrica en dispositivos móviles.  La segunda la destaca como el factor diferencial entre el e-learning y el m-learning ya que se concentra más en su movilidad, sugiriendo que esta movilidad brinda la oportunidad de que el estudiante se acerque al aprendizaje en espacios temporales breves y separados. La tercera característica se centra en la palabra ubicuidad, que hace referencia a la posibilidad de acceder a la información en el momento y el lugar que se desee o se necesite. La palabra ubicuo, en este contexto, se refiere más que “en cualquier lugar y a cualquier hora”, a “ampliamente disponible”,” justo a tiempo” y “cuando sea necesario”.

A las características mencionadas les podríamos agregar las siguientes: espontáneo, privado, portátil, situado, informal, en pequeñas entregas, ligeros, contextuales, conectado, personalizado e interactivo.


La mayoría de los expertos que han estudiado esta modalidad, coinciden en que el m-learning debe tratar, más que de los dispositivos tecnológicos, con los contextos de los alumnos que los utilizan (Park, 2011). Esto permite crear un ambiente de aprendizaje que considera el lugar y el momento en que el estudiante está utilizando el medio y el aprendizaje.

La evolución y accesibilidad de la nueva tecnología móvil ha dado pie a este nuevo modelo, donde el estudiante tiene acceso al aprendizaje en cualquier lugar y en cualquier momento. El contexto es una parte esencial de este tipo de aprendizaje, ya que determina la necesidad real y el uso inmediato que el estudiante dará al conocimiento específico que adquiere. Otro factor importante es que el contexto del estudiante cambia constantemente por lo que la adaptabilidad del sistema es fundamental para lograr un mejor aprovechamiento del mismo.

Una ventaja que el aprendizaje ubicuo ofrece es que los maestros se pueden concentrar en su área de especialización y utilizar la tecnología como una herramienta para potencializar el aprendizaje de los estudiantes; implicaría que los estudiantes tuvieran acceso a una serie de diversos dispositivos incluyendo computadoras de escritorio y accesorios móviles que les permitan conectarse donde sea y cuando sea. Aquí es donde entra en juego la utilidad de las aplicaciones en “la nube”, así como la posibilidad de que los alumnos tengan más de un dispositivo, como está sucediendo con muchos trabajadores ejecutivos y algunos estudiantes universitarios.

La comunicación móvil es un fenómeno que la sociedad está aceptando y adaptando a una velocidad considerable, por lo que las siguientes generaciones lo van a experimentar como algo normal, como nosotros vivimos la incorporación de la televisión o el radio en nuestras vidas.

Sólo en Estados Unidos, de 1995 a 2008 hubo una explosión en la adopción de dispositivos móviles, de lo que podemos destacar que 66% de los jóvenes cursando la educación media eran dueños de un teléfono celular, utilizándolo 7.5 horas diarias en promedio, de las cuales 3.5 de ellas realizan tareas simultaneas en dos o más dispositivos de este tipo (Squire y Dikkers, 2012).

Para los educadores sería importante que se estudiara este fenómeno desde un punto de vista sociocultural para entender que significado le otorga el usuario final a esta tecnología y como la utiliza para crear su propio conocimiento y lo adapta a sus necesidades de la vida cotidiana. Squire y Dikkers (2012) afirman que si vamos a utilizar el poder de los medios móviles para la educación, se debe conocer la construcción cultural que realizan varios grupos para entender lo que ellos valoran.

Al realizar un estudio con jóvenes entre 15 y 18 años, para analizar el uso que le dan a los teléfonos inteligentes, encontraron que los datos fríos mostraban que los utilizaban principalmente para buscar información y entrenamiento, así como para participar en las redes sociales como manera de interactuar con sus compañeros. Pero una vez que los entrevistaron y revisaron las historias que contaron encontraron que realmente lo que conseguían era una amplificación de cuatro áreas importantes: de si mismos, de las redes sociales, de sus intereses y del aprendizaje. (Squire y Dikkers, 2012).

El aprendizaje puede suceder en cualquier momento y en cualquier lugar. La mayoría de nuestro aprendizaje se da en ambientes informales, donde normalmente no estamos conscientes de que estamos aprendiendo. El reto para los futuros educadores y desarrolladores de tecnología será hacer que este modelo de aprendizaje sea situado, personal, colaborativo y de largo plazo, lo que significa una verdadera experiencia y aprendizaje centrado en el alumno.

También existen algunas limitantes dentro de los dispositivos móviles entre los que podemos mencionar el tamaño de las pantallas, la conectividad y el acceso a la misma en diferentes lugares, aplicaciones y software dedicado a la educación, limitaciones de memoria, tiempo de batería y otros relativos al hardware, cuestiones de seguridad personal, facilidad de uso en el exterior, compatibilidad y costos elevados para algunos usuarios


El movimiento “Bring Your Own Technology (or Device) (BYOT) (BYOD), recomienda que los alumnos incorporen a sus salones de clases sus propios dispositivos personales para ayudarlos a investigar y resolver mejor sus tareas escolares. En algunas escuelas de Estados Unidos, Europa y Australia ya se han instalado algunos esfuerzos de este modelo.

Al incorporar dispositivos móviles en el proceso de aprendizaje, Squire y Dikkers (2012) consideran que los estudiantes pueden empezar a estudiar temas de interés personal; van a tener acceso a herramientas que buscan, mantienen y complementan el aprendizaje; conexión directa a sus colegas y a las redes sociales; van a mantener una constante comunicación con sus maestros y tutores; van a poder responder a situaciones emergentes en el momento, que se transmiten de viva voz; Van a esperar que la relevancia de lo estudiado sea demostrable y edificante para ellos; van a producir trabajos para publicar y esperar retroalimentación o que se consuman.

La implementación de los dispositivos móviles no debe estar basada en la movilidad ni lo atractivo de la tecnología, sino debe estar basada en una teoría y un diseño instruccional adecuado a este modelo, pero debido a su poco tiempo de existencia y su rápida evolución y cambio continuo, no es fácil encontrar teorías o modelos que ayuden o expliquen cómo aplicarlo en las instituciones.

La incorporación de estos en las instituciones educativas es sólo cuestión de tiempo y es algo que ya se está dando, aunque la escuela no sepa todavía cómo manejarlo. La respuesta común es prohibirlo, aunque sería más útil, productivo y formativo, empezar a incorporar el uso de estos dispositivos en los planes de estudio.

Con estos elementos ya no es viable tener un sistema de educación donde el maestro dicta clase, ya que toda esa información puede ser confirmada en el minuto siguiente a través de Google, y debemos pensar que todos los alumnos ya traen a Google en su bolsillo trasero.
                                                                 

Peng, H., Su, Y.J., Chou, C. y Tsai, C.C. (mayo de 2009). Ubiquitous knowledge construction: mobile learning re-defined and a conceptual framework. Innovations in Education and Teaching International. 46(2),  171-183. 
Park, Y. (2011). A pedagogical framework for mobile learning: Categorizing educational applications of mobile technologies into four types. The International Review Of Research In Open And Distance Learning, 12(2), 78-102.
Squire, K. y Dikkers, S. (2012), Amplifications of learning: Use of mobile media devices among youth. 18,(445).